El saludo también tiene su protocolo. En la calle es muy habitual encontrarse con muchas personas y por ello hay que estar preparado. En el momento de las presentaciones es importante no tener nada en las manos (guantes, un cigarrillo, etc) ni tampoco tener cubiertos los ojos o la cabeza (gafas de sol, sombreros, viseras, gorras, etc).
A la hora de saludar hay que tener en cuenta el sexo, la edad y el rango o relevancia. Nada de palmaditas en la espalda, abrazos o besos; este tipo de gestos solo quedan reservados para relaciones de mayor confianza, no para un saludo inicial. Si le presentan a alguien e inicia algún gesto de cercanía, usted debe seguirlo, por educación, aunque no esté muy de acuerdo con ello.
Si inician una pequeña conversación en la calle, no hay que olvidar retirarse ligeramente a un lado para no estorbar al resto de transeúntes. Tampoco se debe parar delante de puertas de acceso, pasos de peatones, escaleras, pasillos estrechos, etc. o cualquier otro sitio de paso.
Además cuando alguien llega a un lugar y se está sentado hay que levantarse para saludar. <