Cruz Lirio, tiene 32 años viviendo en la intersección de las calles San Ignacio y Callejón 11 de octubre, desde entonces, asegura no haber visto el apoyo de las autoridades municipales.
“Durante el tiempo que he vivido aquí, no he visto a ninguna autoridad resolver nuestros problemas. Sólo vienen en época de campañas políticas, nos prometen de todo y al final se olvidan”, dijo Lirio.
Cruz vive en lo alto de la ciudadela. Para poder bajar debe utilizar botas de caucho. “Todos los días tengo que salir a comprar o ha hacer cualquier cosa, y para no enlodarme tanto tengo que ponerme botas. Hoy mi hija no fue a la escuela porque en las condiciones que está la calle, sin botas no se puede caminar”, explicó.
En estas mismas circunstancias se encuentra Isabel Ramírez. “Llevo viviendo 35 años en este sector y siempre he tenido el mismo problema. En épocas de invierno, la calle se pone terrible, los taxis no suben, nos cobran 1,50 dólares, a veces hasta 3,00 dólares. El agua nos llega una vez a la semana. El basurero no avanza hasta la loma, nosotros tenemos que bajar la basura. Contamos con alcantarillado gracias a nuestro propio esfuerzo, cinco familias tuvimos que aportar 40,00 dólares para poder instalar una alcantarilla”, indicó Ramírez.