Aparentemente, Rick Perry, quien ya ha expresado su sentimiento anti latino, y su posición en contra de una reforma a las leyes de Inmigración, como su deseo de vetar el “Dream Act”, que tanto necesitan los hijos de padres indocumentados para salvar y completar sus estudios, no ha dado importancia a la investigación federal que realiza el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, sobre las acusaciones de discrimen racial contra los hispanos, que a diario realiza el Sheriff Joe Arpaio, y sus agentes de policía en el condado de Maricopa, donde ellos persiguen y arrestan a mujeres y hombres –por su perfil racial—, para forzar la observación de las leyes de inmigración.

Aunque en algunos casos, después de ser arrestados y humillados, los detenidos han probado ser ciudadanos estadounidenses.

También es muy obvio que el Gobernador de Texas, Mike Perry, ha ignorado la acusación que pesa contra el jefe de policía Joe Arpaio, por posible uso indebido de millones de dólares que el gobierno federal otorgo al departamento de policía de Maricopa County, para aumentar y mejorar la seguridad en Arizona.

Aparentemente, Arpaio desvío los fondos, para financiar las redadas policías, en las que arrestan a trabajadores indocumentados, que ayudan a salvar la economía en las granjas y fabricas en Arizona. Las que después de las acciones de Arpaio, se han visto forzadas a cerrar sus puertas, al no contar con la mano de obra barata que proporcionaban los deportados.

Con la actitud de Mike Perry, el partido republicano se aleja aun más del voto de los hispanos, para la elección presidencial de Noviembre.