En Portoviejo, hace pocos días un hogar resultó afectado por el asalto de una banda de ladrones, que en número de ocho, aproximadamente, irrumpieran en el domicilio; y a punta de pistola, amenazando la integridad física de sus habitantes - mujeres y niños - se llevaron lo que más pudieron.

Casos similares se suscitaron antes, causando el terror entre los residentes de los lugares invadidos por los asaltantes, con lo que se ha extendido el temor en razón a que ni siquiera en el interior de los domicilios pueden sentirse seguras las personas.

Se reconoce la labor que las fuerzas del orden están haciendo por cumplir con su deber, pero la situación ya demanda mayor intervención estatal para lograr enfrentar con eficiencia el avance del mal, como por ejemplo el aumento de personal policial, una mejor dotación de armas, equípo y transporte. Y, especialmente, un trato racional que mejore el autoestima de sus integrantes, últimamente tan estigmatizado por el mismo gobierno.<