El párroco Giovanni Pico inició el acto desde el altar de la iglesia donde tomó al Niño Dios y caminó hasta el lugar del evento en compañía de seis monaguillos, una vez afuera bendijo al Niño Dios y lo entrega a los padrinos, Carlos Centeno, Rector del Colegio Nacional Portoviejo y Beatriz Ordoñez, viceprefecta de la provincia. Con la animación de Luis Antonio Espinoza se dio paso para que las personas contaran sus vivencias del recordado Chigualo, el público disfrutó de las historias románticas y las picardías que vivieron en épocas de padres celosos, pero que no podían controlar el correo de cartas que se daba en los juegos de rondas.
Luego se prendió la fiesta, mientras se repartía chicha y dulces se cubrió al Niño con una sábana blanca y empezaron los juegos: el baile del sombrerito donde participaron los padrinos con sus versos, después el arroz con leche, empezaron los amorfinos y contrapuntos, desde los románticos hasta los colorados, que arrancaron carcajadas en el público.
En la actividad también jugaron estudiantes de la Universidad San Gregorio y profesores, funcionarios del Ministerio de Turismo, niños de seis años y ancianas de más de 80 años.
Además "Los Mentaos de la Manigua" pusieron a bailar a los presentes con sus temas montubios. <