Según explicó a Efe el ministro del Interior, Mohamed Shaar, las autoridades confirmaron la muerte de 11 personas, pero el grado de destrucción fue tal que muchos cadáveres quedaron reducidos a pedazos, por lo que se calcula que pueda haber al menos 15 fallecidos más.

El ministro agregó que el atentado, perpetrado por un terrorista suicida que hizo detonar una carga explosiva que llevaba encima, tenía como objetivo un autobús que transportaba a miembros de las fuerzas de seguridad sirias.

En un comunicado se informó que un terrorista detonó los diez kilos de explosivo muy inflamable que llevaba encima, a la altura de un semáforo junto a la escuela de enseñanza primaria Hasan al Hakim, en el céntrico barrio de Al Midan. La explosión causó también grandes daños materiales en los vehículos y edificios cercanos como una comisaría.

La policía científica recogió los restos mortales y las pruebas en la escena de los hechos para tratar de identificar a todas las víctimas, así como al terrorista. El Gobierno sirio aseguró que "golpeará con mano de hierro a cualquiera que se atreva a atentar contra la seguridad de la patria y del ciudadano", y pidió a los habitantes  sirios que colaboren con las autoridades. Se destruyeron edificios colindantes, entre ellos la comisaría, una escuela y hasta locales comerciales.<