Con las primeras lluvias se evidencia la falta de servicios básicos en diferentes sectores de Portoviejo. Mientras, los habitantes de la ciudadela Pompilio Galarza, y de Los Helechos, tienen que salir con cuidado de sus viviendas.
Patricia Arteaga, moradora de la Pompilio Galarza, se cayó el martes cuando salía de su casa, llevando a su hijo a la escuela Andrés de Vera. Se resbaló en el lodo y dijo que se golpeó duro. Y lo irónico es que junto a su esposo tienen una camioneta, pero que no puede salir del garaje por el lodazal. El miércoles se le hizo más dificultoso llevar a su hijo a la escuela.
Mientras, los taxistas no pueden ingresar al sector a dejar pasajeros. “No es que no queramos llegar al lugar, es que no podemos por la cantidad de lodo, y los carros se quedan embancados”, mencionó uno de ellos.
Todo esto obliga a los moradores a caminar bastante para conseguir un transporte. El asunto se complica con la tierra floja en los trabajos del encauzamiento de las quebradas Montesanto y Galápagos, en el área de Loma Blanca en la entrada a El Florón.
Por su parte, Monserrate Macías, también moradora de la Pompilio Galarza, dice que a pesar de tener agua potable y alcantarillado, la gran necesidad es que la mayoría de las calles de la ciudadela sean pavimentadas.
“En verano harto polvo y en invierno mucho lodo”, sintetizó Macías los 18 años que tiene viviendo en ese sector. Ahora que llega el invierno espera resignada el lodazal que se forma frente a su casa. “Nadie puede transitar”, exclamó. Habitantes de El Florón también se quejan ante la cantidad de lodo en algunas de sus calles.Al sector son pocos los taxis que entran.<<