"Ese fue el regalo que me dieron por el año nuevo", comentó Sánchez en declaraciones a El Diario.
Dijo que la mañana del martes, cuando después de las fiestas regresaba a su local, notó que los candados habían sido dañados y que una luminaria ubicada en la parte externa también había sido destruida.
Lo que él presume es que los delincuentes le lanzaron una piedra a la luminaria de su local y aprovecharon la oscuridad para abrir una de las dos puertas enrollables, luego la cerraron hasta seleccionar lo que iban a robar y una vez logrado su propósito sacaron los objetos y huyeron del lugar.

 los mismos. El perjudicado presume que los mismos antisociales que le robaron hace seis meses son los que cometieron el atraco el martes. Eso lo dice porque primero intentaron abrir la puerta que da hacia la avenida Manabí, pero como no lo lograron forzaron la que da a la calle Alajuela, y allí sí pudieron entrar.
El afectado dijo que el perjuicio es de unos 3.800 dólares.<