Esta celebración tiene una connotación de fiesta religiosa popular que antecede al nacimiento del Niño Jesús y celebra su llegada al mundo hasta el Día de Reyes, en que se terminan las festividades y se retira el nacimiento o se “baja” el niño". Así habla Thalía Cedeño Farfán sobre esta tradición navideña.
Hay una familia que ejerce de anfitriona, y en la casa el pesebre debe tener una ubicación bien acondicionada. El día del Chigualo, la dueña de casa prepara dulces tradicionales, bebidas y comida típica, y en la actualidad se puede aportar a la fiesta con un pastel, caramelos o bocaditos. También habrá música de villancicos.
La familia anfitriona, ataviada con ropas festivas o de tradición, recibe a todos los invitados y, aproximadamente entre las siete y las ocho de la noche, comenzará el Chigualo, cuando la dueña de casa tome la palabra y diga: "Con su venia niño/vamos a empezar/venimos de lejos/para festejar".
Comienza la ceremonia con el rezo de la novena y luego de esta formalidad, frente al nacimiento, se dice: "Este nacimiento/sí tiene madrina/es la dueña de casa/que va a la cocina".
A continuación tienen lugar varios juegos, entre los que destacan por ejemplo "El juego del sombrerito", el de la "Pícara Pájara Pinta", también los de la sortija o el de ¿qué le falta al borriquito?, como también el "Baile de la escoba" y "El juego del niño escondido". Todos integran el Chigualo. <