El más alto número corresponde a predios urbanos, seguido de alcabalas, patentes municipales y el  1,5 x mil o activos totales, que es el que pagan las empresas o negocios que llevan contabilidad.

Ana Figueroa, liquidadora y auxiliar de rentas, explicó que desde hace tres años el impuesto de alcabalas ha tenido un crecimiento significativo y se debe a la compra y venta de propiedades en el cantón, especialmente por las posibilidades de comprar que han dado los créditos hipotecarios del Seguro Social.

Cuando dos personas cierran el negocio de compra-venta de una casa o terreno es obligatorio pagar el impuesto de alcabalas al municipio.

La cancelación la hacen las personas que realizan un  traspaso de dominio de un bien inmueble.

De este pago se excluyen las donaciones a legitimarios o a herederos, explicó Figueroa.

Hasta el martes pasado en esta dependencia se habían tramitado 111 pagos por concepto de   alcabalas correspondientes al mes de diciembre.

En lo que va del 2011 son cerca de 5 mil trámites por este concepto.

 

 monto a pagar. Sobre el monto a pagar, dijo que éste se calcula en base al avalúo real que emite Catastro previo a una inspección y es el 1,30 por ciento del avalúo. 

El 0,30% de esos recursos se destina a la Junta de Beneficiencia de Guayaquil.

Varias personas que deben cancelar este impuesto se preguntan quién debe asumirlo. 

Al respecto, en el Cootad (Código de Ordenamiento Territorial) dice que quien debe pagar es el beneficiario, pero no especifica si se refiere al comprador o vendedor.

De enero a la fecha han ingresado a las arcas municipales 708.649 dólares por alcabalas. <