La ciudad en términos sociológicos es definida como el espacio de interacción de distintas actividades, una ciudad invadida es la que se ha hecho pensando en factores no humanos, el principal aun sigue siendo el automóvil, una ciudad abandonada es aquella que llega a un punto crítico y que no ostenta vida pública, es una ciudad habitación y la reconquistada es nacida de cuestionar con espíritu crítico sano a las anteriores y volver al concepto básico y vital de ciudad, que es la reunión de personas, como ejemplo tenemos a Barcelona, Lyon y en América Latina el caso de Curitiba; un espacio público debe tener tres puntos básicos: seguridad, comodidad y disfrute, la urbe del siglo XXI debe ser en base a quienes vivirán en ella, a sus relaciones sociales, repensarla y volver a sus orígenes: un lugar de reunión de personas.
Las urbes como las nuestras son territorios con gran riqueza política, económica, social, cultural, pero muchas veces los modelos de desarrollo se caracterizan por establecer patrones que generan pobreza y exclusión, aceleran los procesos migratorios y de urbanización y privatización del espacio público, esta coyuntura ha determinado el surgimiento de grupos sociales que reclaman el derecho de la ciudad como usufructo equitativo dentro de los principios de sustentabilidad y justicia social en especial de los grupos vulnerables, respetando las culturas urbanas y el equilibrio entre lo urbano y rural, implica profundos cambios estructurales en los patronos de consumo y producción.