Su periodicidad es semestral, el tamaño es tipo revista A4, su contexto varia de blanco, negro y colores. En su argumento, evidencia y contenido se basa en promocionar la identidad cultural y costumbres de su gente y naturaleza de la parroquia rural de Abdón Calderón. Se trata del periódico del mismo nombre que circula desde hace doce años en este hermoso rincón de Portoviejo, en cuyo tronco de 104 años de vida cívica y administrativa ha dado un significativo aporte económico y social al desarrollo de la capital provincial.

Fundamentado en los principios, normas de un periodismo popular y comunitario, determinado en apoyar la cultura de comunidades parroquiales y rurales nace este medio de comunicación que ha permitido incidir y proyectar por mejores días la imagen corporativa de la parroquia Calderón. Una comunidad que tiene actualmente veinte y dos mil habitantes y que por muchos años  ha luchado por desterrar  el abandono y la indiferencia seccional y estatal.
Una razón especial a través de la presente columna de opinión, es hacer conocer a la opinión pública de Portoviejo y Manabí, la existencia de este medio de comunicación patrimonial de Calderón, que por su trabajo en favor del trabajo periodístico y corporativo fue nominado por el Ilustre Municipio de Portoviejo, el pasado 12 de marzo, con el mérito comunicacional por su edición y publicación informativa, en la persona del suscrito columnista, quien desde el tiempo enumerado ha escatimado esfuerzos, bríos, y voluntad en dedicarlo y ofrecerlo a los calderonenses y manabitas.
Como resultado de los doce años de promoción y difusión periodística, las sensaciones y retroalimentación de experiencias entrelazadas con la comunidad nos han permitido robustecer los ideales de un periodismo comunitario auténtico y verídico; participando de hechos y acontecimientos que en muchos casos los medios de comunicación analógicos no han hecho conocer en sus páginas a la opinión pública de las zonas urbanas y grandes ciudades.  
Los periodistas debemos tener una concepción holística sobre nuestra participación en el desarrollo integral de los pueblos, no importa de qué lugar seamos y cohabitemos, sin egoísmos hay que sembrar y difundir con sensatez y una visión exhaustiva en favor de la comunidad.
Todo este esfuerzo ha sido un perseverante ideal que esperamos más adelante se convierta en un proyecto firme y continuo, cuyos propósitos sean de beneficio armónico para Calderón, contando con el absoluto apoyo de sus habitantes e instituciones. <