Manabí ha celebrado en los últimos tres meses importantes fechas que han alcanzado la calidad de efemérides: 5 de Mayo, proclama chonense; 5 de Junio, triunfo de la revolución liberal; 25 de Junio, Nacimiento de Eloy Alfaro, y en la misma fecha la creación de la provincia de Manabí y la fundación de la Universidad Técnica de Manabí; 3 de Julio, cantonización de El Carmen; 24 de Julio, 117 años de cantonización de Chone, y con tales ocasiones hemos tenido el agrado de ver en las calles y en las plazas de éstas urbes a miles de estudiantes cumpliendo acciones cívicas de elevados quilates, compenetrándonos que ahí existe un enorme potencial humano que nos demuestra que la preparación y organización de ellos constituye una base de solidez inigualable para llevar adelante a la región y al país. “¡Oh, juventud, divino tesoro!”.

 Escuelas, colegios y universidades cumplen su rol en instruir, orientar y profesionalizarlos, más, estos jóvenes piden y reclaman oportunidades, piden trabajo, plazas ocupacionales que no se ven cercanas,  pero es un imperativo crearlas. Para ello es necesario que el país se inserte en la gran corriente internacional de la economía y el comercio fluido y abierto a la inversión, propia y extranjera, que en estos momentos en América Latina encabezan, Brasil, México, Panamá, Chile, Perú, Colombia, Argentina, donde nacen empresas y negocios que amplían la frontera laboral, formando grandes nichos donde están los requeridos  empleos esperados. Esa gran masa de jóvenes que hemos admirado y visto desenvolverse con energía y capacidad requieren de urgencia laborar, impidiendo que de ellos se apodere la migración, pues si el país invirtió en prepararlos lo lógico es que sigan formando parte de él. El Ecuador actual no tiene mucho que mostrarnos en cuanto a inversión externa, y esto debe revertirse positivamente.
Creemos que es una obligación estatal gubernamental, crear las condiciones sociales dignas para el buen vivir que señala la Constitución vigente, es indispensable crear un frente armónico entre todos los ecuatorianos, cuando elementos perturbadores atentan contra la colectividad, como la violencia delictiva, la inseguridad jurídica o la existencia de infiltración de actores exógenos, como elementos del narcotráfico internacional, que indudablemente afectan  a la creatividad empresarial y a muchos emprendimientos que generen los empleos requeridos por esa juventud,  cuyo mayor anhelo es colaborar con el progreso nacional. En nuestra historia Patria,  Alfaro  el estadista señalaba: “El patriotismo exige posponer rencores y animadversión personal y de localidad para conseguir la unión entre mujeres y hombres de buena voluntad, unión que hace respetados y respetables  los fueros de la República”. <