En dicho cantón sólo se registra una pluviosidad de 400 milímetros al año, y la balsa necesita de almenos 600 milímetros de lluvia al año, dijo el técnico Daniel Suárez, mientras realizaba la inspección de una parcela en el sitio Salto de Come y Paga, en el cantón Pichincha, donde las condiciones, dijo, sí son favorables para la reforestación con la antes mencionada especie maderable.

Según indicó el técnico Alberto Peñafiel, de las evaluaciones realizadas en San Vicente se encontraron con parcelas donde la mortalidad de las plantas ha sido muy alta. "Hablamos de hasta dos plantas sobrevivientes en parcelas de 27 plantas", puntualizó.

No obstante, a pesar de esas novedades en el mencionado cantón, hay reportes muy buenos en otros como Pichincha, coincidieron Peñafiel y Suárez mientras constataban el estado de la propiedad de Darwin Navarrete, en el sitio Salto de Come y Paga, quien prevía reforestar siete hectáreas, pero debido al irregular invierno perdió aproximadamente dos mil plantas, que no pudieron ser trasplantadas por la falta de lluvia. <