Personal del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (EPN) sobrevoló la semana pasada el cráter y está monitoreando la situación.

Desde el 2002, el Reventador ha registrado varios períodos de actividad que han generado flujos de lava que han rellenado el cráter y podrían bajar por los flancos norte y sur.

El monitoreo ha confirmado que existe una acumulación de lava en el interior de la caldera, tan alta como el punto más alto del volcán, llenándola casi por completo. La temperatura en esta parte ha llegado a 150 grados centígrados.

Fumarolas al interior del cráter también han generado columnas de vapor de agua. Según técnicos de la EPN, por el momento la actividad del volcán no está produciendo flujos de lava por los costados. La última vez que la lava descendió por las laderas fue en octubre del 2009.

Por otro lado, el sistema de monitoreo muestra que la sismicidad se ha incrementado de manera significativa desde mayo. Estos eventos son sismos de largo período, volcano-tectónicos, con subsiguientes explosiones menores.

Los investigadores han comunicado que se debe evitar cualquier intento de ascenso por las laderas del Reventador, volcán que en su erupción del año 2002, expulsó ceniza que llegó hasta Quito, a 200 kilómetros de distancia.