Este Consejo de Transición nace de la iniciativa del Presidente de la República y la posterior aceptación de la propuesta por parte del pueblo en la última consulta popular.
De una u otra manera los tres integrantes del consejo tienen relación con el actual gobierno por lo que hay que prestar atención a las voces que desde ya advierten de la posibilidad de su nacimiento politizado, lo que significaría que estaría condenado al fracaso.
Los ecuatorianos tenemos razones para estar escépticos del éxito de este delicadísimo trabajo. Pero puestas como están las cosas y luego de que se llega a este punto con procesos establecidos en la ley aunque administrados por una disminuida institucionalidad, lo que queda es estar en estado de vigilancia y en alerta sobre el trabajo del consejo.
Esta vigilancia será cuesta arriba debido a los golpes que la libertad de expresión e información ha recibido en los últimos días por parte del Estado.
Si la justicia se inaugura y se rompe con la politización del sistema judicial, felicitaciones; pero si es más de lo mismo habrá que protestar y movilizarse en esta constante lucha por lograr conformar algún día una república en marcha.<