El ejemplo más claro es el de Mauricio Montes, un colombo-ecuatoriano de 30 años, quien gracias a unas "palancas" semejantes a las de una motocicleta ahora se puede movilizar en su vehículo sin depender absolutamente de nadie.
Sin embargo, el trabajo debió buscarlo en Colombia, porque en Manta no hay talleres que lo hagan, contó Mauricio, quien está radicado hace 7 años en Manta.
Montes perdió la movilidad de sus piernas desde la cintura hasta la punta del pie luego de sufrir un accidente de tránsito hace dos años cuando se dirigía desde Manta hacia Santo Domingo. Ahora tiene el 70 por ciento de discapacidad física.
El cuadro que presentó fue un estallamiento de la vertebra T8, con lesión medular completa.
Otro ejemplo es el de René Mantuano, quien padeció poliomietitis desde los tres años, pero que gracias al ingenio de su hijo hizo adaptaciones de un remolque en su cuadrón para desplazarse de su casa a su trabajo.
Mantuano señala que la ventaja del 50 por ciento en la importación de un vehículo para personas como él, se descompensa con la interminable lista de requisitos para poder lograrlo. "Varias ocasiones intenté hacerlo, pero la burocracia me hizo desistir", subrayó.

 Proyecto. Luis Lucero, técnico en ortopedia de la fundación Rostro de Jesús, dijo que ya es hora de sacar provecho de ejemplos como éste, pues en Manta y Manabí hay muchos discapacitados que dependen de terceros para poder movilizarse.
Otro caso de adecuaciones criollas fue la que realizó Víctor Quijije a la muleta que usa luego de que un bus lo atropellara y le malograra su pierna.
Lo que él hizo fue adecuar su muleta para seguir conduciendo el furgón donde a diario trabaja. Según la ley, el uso de vehículos ortopédicos sólo podrá ser autorizado por el Consejo Nacional de Discapacidades y gozará de las exoneraciones que establece la ley en referencia a la importación de vehículos. <