Importante. La piel que cubre el rostro es la más expuesta al polvo y contaminantes ambientales, elementos que la llenan de impurezas, irritan y hacen susceptible a desarrollar puntos negros, espinillas y barros, si no se tiene una adecuada limpieza. La limpieza facial tiene un papel protagónico, ya que elimina la suciedad y el maquillaje, con lo que permite que el cutis respire y se mantenga sano y radiante. Hay diversas maneras de realizar esta rutina, las cuales incluyen el simple lavado con agua y jabón, exfoliación y tratamientos con acción profunda, que además favorecen la renovación celular, la circulación sanguínea en el rostro y nutren la epidermis.
mascarillas. Parte de la limpieza facial son las mascarillas naturales, estas se deben aplicar una vez a la semana y ayudan a mantener el rostro saludable, suave y bello. Deben aplicarse con movimientos rotativos siguiendo la dirección de los músculos de la cara y siempre hacia arriba. Existe una amplia gama de mascarillas naturales que favorecen el cutis, por ejemplo, la de banano: se debe preparar un puré, luego limpiarse la cara y con la punta de los dedos extender la pulpa de la banana en la cara. Se la deja por aproximadamente 15 minutos. Otra de las más usadas es la hecha a base de miel y limón. Esta es una mascarilla excelente para limpiar la piel y balancear los niveles de aceites naturales en la piel (que la hacen grasosa). Para las pieles normales y grasosas es ideal la mascarilla con papaya. Primero se prepara una mezcla suave con la pulpa y luego se la aplica en la cara y el cuello. Es importante tener en cuenta que la papaya no debe dejarse sobre la piel más de 10 minutos. Esta es una mascarilla humectante y relajante.<