Más allá de si las obras serán buenas o no (aunque hay que remitirse a lo construido en las últimas décadas), lo de fondo es que para quienes no somos constructores sino solo mal pensados con mucho sentido común, nos ponen a pelear (como siempre) y por allí se pierde mucho tiempo; y hasta que un “iluminado” entregue los estudios y las investigaciones de su “última palabra” no se contratarán o, peor, no se ejecutarán las obras o proyectos que demanda la región. Noten, manabitas, que la “pelea” se la mandan solo el gremio de los Ingenieros Civiles y los funcionarios del MTOP, mientras que los demás entes como municipios, prefectura e instituciones de desarrollo local, no dicen nada. Y es más, siguen ejecutando y contratando obras que utilizan la piedra que sale de las canteras de Portoviejo (como ha sido siempre), por lo que vale analizar si efectivamente no producimos pétreos de buena calidad o es que algunos “manabitas” ya le están haciendo el coro a alguien que quiere ganar más con el negocio de provisión de material de canteras  desde otros lugares del país.

Tengo una pregunta suelta para los ingenieros manabitas que son ahora funcionarios del Ministerio de Transporte y Obras Públicas: ¿ellos han sido o no constructores y han utilizado o no los materiales de las canteras nuestras? Ojala y haya respuestas, porque si lo han hecho valdría chequear cómo están esas obras para ver si han durado y resistido, pero si es lo contrario ya deben estar preocupados pues debieran devolver lo gastado y ganado.

Cuidado le estamos dando escenarios a gente que no quiere a Portoviejo y que buscan debilitar en lo que más se pueda la economía de la ciudad, pues hay que recordar que aparte de los procesos industriales de los señores Ramírez, solo la producción de materiales pétreos es lo único que tenemos en generación constante de trabajo y recursos en esta ciudad. Y si eso se termina, “a correr”; porque nos limitaríamos en tal proporción que la capital de los manabitas solo quedaría en eso; es decir, “membrete” y nada más.

Así que vale pedirles a gente como Santiago Vera, del CICM, y a los ingenieros Cevallos y Zambrano del MTOP, que no sean “perversos” y casi enemigos con Portoviejo y Manabí; y en vez de cada uno ser “dueños de la verdad” que se aviven y caigan en cuenta que están siendo utilizados para debilitarnos y afectar aun más nuestra ya desfalleciente economía, que en mucho depende la inversión pública y privada en actividades como la construcción.<