Se trata de una modalidad que está cobrando fuerza, dentro de la corriente actual de la participación ciudadana.

Primero apareció la veeduría para la construcción de la vía Portoviejo-Santa Ana. Tony Touma, uno de sus veedores, manifestó que la participación sirvió para que la obra esté prácticamente lista. Otra veeduría que se está formando es la de Andrés de Vera, con Mario Ramos como vocero. “El objetivo es que participemos en nuestro entorno, porque si no hacemos eso no vamos a salir adelante”, dijo.

Asimismo, 20 organizaciones barriales de Portoviejo se han unido para crear una veeduría para vigilar el buen uso de los 18 millones de dólares asignados por el Gobierno para reconstruir un grupo de calles.

Erwin García, vocero de esta agrupación, manifestó que una vez definida esta nómina de calles, se formarán veedurías exclusivas para cada tramo contratado.

 

Asesoría. Este proceso ha sido asesorado por la Secretaría de los Pueblos, que ha aportado con capacitaciones a los grupos ciudadanos para que las veedurías sean conformadas.

César Chávez, delegado provincial de la Secretaría, mencionó que a nivel provincial son cinco las veedurías. 

Además de la de los 18 millones, hay otra en Portoviejo: la conformada en Riochico para controlar los trabajos de la vía hacia Rocafuerte.

También se formó una  para controlar la debida distribución de la urea a los agricultores. Mientras, en Jipijapa hay dos veedurías, una para obras en el sector conocido como Mirador, y otra para el servicio del hospital local.

Respecto a capacitaciones, en la provincia hay 54 grupos que las han pedido. 

Estas se dan sobre el Código Orgánico de Organización Territorial, Cootad, y respecto a la Ley de Participación Ciudadana.