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Camino solo para verano
Para llegar al sito hay que hacer un trasbordo y luego caminar

Para llegar al sitio Ramo Grande hay que viajar hasta Paján. De allí, en carro, hay que entrar por un camino empedrado que llega, si es que no ha llovido, hasta el sitio Misbaque.

Viernes 08 Julio 2011 | 00:00

Ese recorrido, a una velocidad de 40km/h, es de casi media hora desde Paján.
El transporte hasta allí puede ser en una camioneta fletada en la que se paga un dólar por persona. También, por el mismo valor, se puede viajar en una motocicleta o un mototaxi.
Desde Misbaque hasta Ramo Grande el recorrido es a pie. En ocasiones se puede pagar por ir a caballo, si es que hay, también por un dólar.
En el trayecto hay que cruzar en cinco ocasiones el río Grande que, por esta época, tiene un caudal de estero.
En invierno, en cambio, hay que cruzarlo, según habitantes del lugar, por puentes improvisados de cañas.
Freddy Tubay, presidente de Ramo Grande, afirma que desde hace años vienen pidiendo una vía de acceso a la zona, pero que ni por Jipijapa,-al cantón que pertenecen- ni por Paján- la localidad con mayor cercanía- han conseguido la obra.
"Ojalá que ahora, con esta tragedia, se conciencien las autoridades y nos ayuden con, por lo menos, la construcción de la carretera", expresa.

OTRAS NECESIDADES.
Tubay detalla que en la comunidad no hay señal de televisión y la de telefonía celular llega por sectores y que por eso muchos dejan guindados sus teléfonos en lomas para captar la señal.
El agua les llega a través de tuberías instaladas desde las quebradas, "pero eso no es problema porque el agua es pura", refiere Erwin Tubay Lino, sobrino del fallecido "Wacho".
LINO: EL APELLIDO DE RAMO GRANDO. Tubay dice que Ramo Grande es en sí una sola familia, pues asegura que el apellido Lino siempre es que acompaña a los nombres de los habitantes de la zona.
"El que no es Lino, es porque no es de aquí", refiere Erwin, argumentando que aquello demuestra que la tragedia golpeó a toda la comunidad.
"Aquí ya no hay nada. Los niños ya no juegan y el río luce extrañamente vacío", expresa.
Erwin indica que antes de la tragedia, en Ramo Grande jamás se había visto la visita de un medio de comunicación o turistas, menos de una autoridad. "Es lamentable y real que sólo una tragedia nos haya puesto en el mapa. Pero si esa ha sido la única forma de hacernos conocer, ahora nos toca exigir atención y esperamos que el Gobierno nos ayude con la carretera", puntualiza.<

 

Los Lino se quedaron sin dos de sus integrantes

La tristeza en Ramo Grande se siente, sobre todo, en la casa de la famila Lino Sánchez. Allí ya no están dos- Darwin (10) y Ramón (15)- de los seis hijos que procrearon Roberto Lino y Petita Sánchez.
Sánchez dice que Darwin soñana con ser mecánico y le gustaba jugar fútbol, al punto que era hincha del Barcelona S.C.
De Ramón destaca su colaboración. "Siempre me ayudaba y ya salía con su papá a trabajar. Eran chicos ejemplares", manifiesta entre lágrimas. Roberto, aún con golpes y cortes en su cabeza, explica que Darwin y Ramón eran los dos varones de su familia, pues aclara que sus otras hijos son mujeres. Entre tanto, la ropa de Darwin y Ramón ya está recogida en dos pequeños cartones que reposan sobre las tablas de sus camas que apenas cubrían, al dormir, con unas cobijas y petate. Las imágenes de ambos quedarán en la memoria de los suyos, porque de Darwin y Ramón no hay albún de fotos, nunca hubo dinero para eso.<

 

Los Rodríguez también están de luto

Melani Rodriguez, de 8 años, está con moretones en varias partes de su cuerpo por los golpes que recibió en el accidente. Pero dice que eso no le causa tanto dolor como el que siente por la muerte de su hermano Carlos y su padre Leonel Rodríguez, quien era presidente del Comité de Padres de Familia de la escuela Manabí. Él viajó porque formaba parte de la comitiva que desfiló en La América.
Esmeralda Quimis, madre de Leonel, exclam: ¡Se fueron mis cholitos. Qué desgracia Dios!. El día del accidente Leonel viajaba con tres de sus hijos. Uno de ellos, Carlos, de 12 años, quien falleció junto a él.
Quimis detalla que su otra nieta, Leonela, de 13 años, sigue internada en Manta con múltiples fracturas. Melani, en cambio, estuvo en el hospital de Jipijapa hasta el sábado pasado. <
 

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