La pregunta nace con justa razón.
En España, Messi, considerado como el mejor jugador del planeta, hace goles casi hasta con los ojos cerrados.
Sus jugadas se quedan grabadas en la retina de los aficionados.
Pero cuando "La Pulga" se pone la albiceleste, se "transforma".
Su juego no es el mismo, hasta el punto de que en el partido ante Colombia envió un tiro libre a las gradas, algo que resultaría muy raro ver cuando juega con el Barcelona.
En el último partido se lo vio mal y por momentos parecía rendido, con una cara de 'no sé qué hacer', apagado, desanimado, como casi todo el equipo.
El público que reprobó con silbidos e insultos a la selección argentina, coreó el nombre de Diego Maradona.
 "Maradó, Maradó", gritó la afición durante un par de minutos. Algunos comparan a Messi con Maradona, pero "La Pulga" aún no consigue lo que "Pelusa" logró: brillar vistiendo la celeste y blanca.

 otros ejemplos. Parecía que con Neymar el espectáculo estaba garantizado. Pero la nueva joya del fútbol brasileño y cabeza visible de un recambio generacional del fútbol de su país, no gravitó en su equipo en el empate cero a cero con Venezuela en esta Copa América.
Aunque el delantero del Santos hizo gala de su habilidad, sobresalió más por su peinado excéntrico que por su juego.
La prensa brasileña lo comparó con el goleador e ídolo histórico Pelé, pero lo cierto es que con la selección, Neymar aún no sobresale. Pelé mismo lo dijo cuando le preguntaron si Neymar podría reemplazarlo: "Aún le falta mucho para ser como yo". Otro de los que se apuntaba a ser protagonista es Diego Forlán, pero el jugador uruguayo aún no sabe lo que es celebrar un gol en el torneo continental. La expectativa era grande por su gran participación en el Mundial de Sudáfrica, pero no logra lo que consiguió el histórico Enzo Francescoli, ganador de la Copa América con la camiseta celeste en los años 1983, 1987 y 1995.
En Ecuador la historia se repite desde la salida del histórico Agustín Delgado. Cristhian Benítez, que en Mexico las hace todas, aún no llena las expectativas.