La Fiscalía alemana de Flensburg pidió a la Policía española que investigase a un ciudadano holandés, afincado en España, que podía pertenecer a una banda dedicada al tráfico de cocaína desde Sudamérica, así como al blanqueo de los beneficios obtenidos con su distribución en varios países europeos.
Los agentes españoles localizaron a este ciudadano en Isla venezolana de Margarita, donde ultimaba los detalles del traslado de más de una tonelada de cocaína en un velero que zarpó el pasado 30 de junio desde Isla Blanquilla.
El barco fue interceptado por el servicio aduanero francés en las aguas de Isla San Martín con dos tripulantes de nacionalidad alemana a bordo, que fueron detenidos junto a otro miembro de la organización que se encontraba en dicha isla.
Además, la policía española arrestó en la localidad de Benidorm (sureste de España) al ciudadano holandés, considerado uno de los cabecillas de la red, cuando trataba de salir del país.
En los registros de varias viviendas de su propiedad situadas en la costa española se intervinieron 61.000 euros (unos 87.000 dólares) en efectivo y tres vehículos de gama alta.
La operación fue posible gracias a la cooperación entre la Policía Nacional española, la Aduana francesa, la Policía alemana (BKA) e Interpol.