Así es como empiezo a escribir este artículo, por lo que pasó en la bochornosa sesión de corporación municipal del lunes 20 de junio del 2011.
No puede ser que un concejal falte el respeto a la primera autoridad municipal y tildarla de sinvergüenza, por el hecho de no compartir con un criterio, cuando más bien se debería de llegar a acuerdos, socializar y debatir los distintos puntos en controversia. Exigimos, como ciudadano, respeto; porque el alcalde representa a todos los portovejenses; imagínense que cuando el gobierno central en la Asamblea hace gala de su mayoría para detener procesos de fiscalización de sus ministros, de aprobar leyes en contra de los trabajadores, de los maestros, etc., ahí si está bien. Y si se protesta, se encarcela y se inicia juicios tratando de acallar la voz de los maestros, de los estudiantes y trabajadores. Señores concejales, gracias a Dios aquí en Portoviejo todos nos conocemos y volverán nuevamente las elecciones; de ustedes depende la confianza que tengamos hacia ustedes. Es verdad que una de las atribuciones del concejo municipal, según el art. 57, literal m. es fiscalizar la gestión del alcalde o alcaldesa, lo que está enmarcado en la ley del COATAD; pero en ningún artículo se manifiesta que el que más grita o falta el respeto al señor alcalde tiene la razón o consigue mayoría para aprobar ordenanzas o resoluciones. Como portovejense hago un llamado de reflexión a todos los concejales para que trabajen en unión de Portoviejo y sus parroquias y no por conveniencia partidista. <