El Gobierno griego mostró su preocupación por el creciente número de agresiones físicas a los diputados de su grupo parlamentario socialista tras la aprobación del duro programa de ajuste para tratar de salvar al país de la bancarrota.
El portavoz del gobierno, Ilias Mosialos, llamó a todos los partidos a adoptar "una postura clara sobre la violencia que sufre el mundo político".
El portavoz señaló a una radio que "la violencia no permite la libertad de pensamiento" y que "no puede ser aceptada por la sociedad".
"¿Quién será el próximo objetivo? Ahora son los parlamentarios", se pregunto Mosialos.<