Hablar del cantón Chone es tratar sobre una tierra fértil y productiva en la llamada cuenca del rio Chone y sus afluentes, que convirtieron a la misma en una ubérrima comarca donde todo lo que se siembra, crece y produce. Así lo comprobaron los habitantes aborígenes que poblaron éstas tierras, y en la conquista española, fue adquiriendo fama lo pródigo de toda ésta zona, que atrajo de ahí en adelante a numerosos migrantes de nuestro propio continente, así como de Europa y Asia, produciéndose en estos rincones una fusión racial que generó a mujeres y hombres laboriosos, tenaces, querendones de su paisaje y tierra, a la vez con un espíritu de elevación mental y singulares dotes de ser decididos, altivos y valientes.

Así se desarrolló el Chone de la época de la Independencia, creciendo laboral y culturalmente, pensando siempre en la justicia y los derechos fundamentales para mujeres y hombres, y por eso se unen a la idea del liberalismo radical propugnado por Eloy Alfaro y hacen suya su lucha que lleva al 5 de Mayo de 1895, en que por primera vez en el Ecuador se proclama al gran montecristence como Jefe Supremo de la República. El habitante chonense  vive para la libertad y también para el trabajo, aprovecha la bonanza de sus parajes y crea riqueza nacional, con su producción maderera, frutícola, del manjar de los dioses, el cacao, que con la marca J.P., da renombre en el mundo al país, y luego vendrá el café y la ganadería, para tratar de lograr bienestar propio y trabajar hacia el engrandecimiento nacional.  
Pero a su vez mujeres y hombres se forman en el arte, en la poesía, en la literatura, en el accionar pedagógico y educativo, en lo profesional y en el comercio, y van apareciendo figuras descollantes como Juan Pólit  Cassard, Ramón Verduga Cornejo, Dionisio Andrade,  Manuel María Barberán, Raymundo Aveiga Moreira, Gonzalo Abad Grijalva, Oswaldo Castro Intriago, Juan de Dios Zambrano Pazmiño, Dalinda Castro Intriago, Rosa y Nohemi Freile Espinel, soñadores como Carlos Alberto Aray y políticos como Homero Andrade Alcivar, Trajano Viteri Medranda, y muchos más que dieron renombre y lustre a los emprendimientos de un gran pueblo.
Chone es hoy una colectividad de emprendedores que se preparan en las aulas universitarias, una ciudadanía que ha superado  grandes problemas, como el terremoto del 13 de mayo de 1942, o los fenómenos climáticos del Niño, que nos causaron gravísimos daños materiales, pero seguimos en la lucha por la superación diaria y dispuestos a exigir que se realicen obras   para conducirnos por los caminos del desarrollo y del buen vivir, porque esa es una gran responsabilidad por las generaciones que vengan después de nosotros, y que ellas se sientan orgullosas de los que hoy vivimos, como nosotros recordamos con reverencia a quienes fueron nuestros antepasados, ecuatorianos amantes de la naturaleza, del trabajo, la cultura y sobre todo de caminar hacia la grandeza y el porvenir. <