“Abatir las barreras y eliminar los contrastes que dividen a las personas y a los pueblos, para construir juntos un mundo de justicia y de paz”. Es el llamamiento, unido al significado de la Navidad, pronunciado por Benedicto XVI en el Ángelus ayer en la mañana en San Pedro. “La Navidad de Cristo nos ayuda a tomar conciencia de cuánto valga la vida humana, la vida de todo ser humano, desde su primer instante a su natural ocaso”. Lo ha recordado también el Papa en la vigilia de Navidad, señalando que sólo “el amor de Dios consigue transformar en alegría el dolor”.