“Ringo”, como todos lo conocían, recibió seis disparos que hicieron blanco en el pecho, brazo derecho y mano izquierda. El crimen ocurrió la noche del jueves.
Según sus amigos y familiares, “Ringo” siempre caminaba por toda la ciudad cargando una funda, con un cigarrillo y una botella de licor. Él era mendigo.
“Él no hacía mal a nadie”, dijo un conocido, quien añadió que todos le sabían dar dinero para que coma o para que compre sus vicios.
“No se sabe las razones por las que lo mataron”, dijeron sus allegados.
El hombre fue sepultado ayer en la mañana en el cementerio de La Concordia.
En el momento que la Policía llevó el cuerpo a la morgue éste tenía una caja de fósforos, una botella y una funda con ropa entre sus pertenencias.
Su vida. Ángel Cagua Ramón, sobrino del hoy occiso, expresó que desde los 22 años su tío empezó a beber.
“Él no sabía ir a dormir en la casa, y se quedaba en cualquier sitio”, mencionó.
Expresó que los familiares siempre trataban de ayudarlo, pero él no quería.
“Mi mamá lo sabía llevar a la finca para que se quedara, pero se regresaba”, dijo Cagua.
Comentó que después de tres o cuatro días de estar en la finca se escapaba y regresaba a La Concordia para seguir en la calle.
La finca está ubicada en el sector denominado “Los Cacheles”.