Según De la Torre, las sanciones fueron dictaminadas luego de analizar muy detenidamente los hechos, por lo que no habría cabida a ningún tipo de reclamo, a pesar de que según el marco legal, los dos equipos están en su derecho de proceder a la apelación. Luego de hacerse pública la decisión de la FEF, los reclamos e inconformidades, no sólo de parte de la dirigencia sino de todo el país, han provocado una marcada separación de criterios, por lo que los integrantes de este organismo regulador y parte de la prensa han sido calificados de “regionalistas”. Preguntas como: ¿Quién provocó a quién? O ¿Qué jugador pegó más veces en el suelo? Son dos de las muchas interrogantes que han originado esta penosa división que al parecer, recién está empezando. “Toda decisión que se tome dará como resultado partidarios y opositores, lastimosamente en esta ocasión lo único que se logró fue avivar un sentimiento de rivalidad entre los ecuatorianos, en vez de repudiar el hecho de que estos acontecimientos tengan lugar en un espectáculo deportivo. En todo caso, cada persona es dueña de su verdad y lograr un gran denominador común que satisfaga a la mayor parte de las personas no resulta imposible, pero en definitiva no es algo sencillo de lograr por lo que se llegó hasta la FEF con la esperanza de obtener un criterio justo”, señaló. Sancionados La semana pasada la Comisión Disciplinaria de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), sancionó a 11 jugadores, de los cuales siete son de Liga de Quito y cuatro de Barcelona, implicados en los incidentes en Quito.