El argumento de Navarrete era que las recaudaciones son bajas, las pérdidas de energía son del 41 por ciento y es elevado el costo del kilovatio hora por compra de energía. Esto, señalaba, ha incidido en la disminución de la calidad del servicio eléctrico, crecimiento de la cartera por cobrar y de la deuda por compra de energía eléctrica. Con este planteamiento, “he creído conveniente la creación de la unidad para afrontar la crisis comercial de la empresa, la misma que está diseñada para lograr en un plazo no mayor a los 5 años, una pérdida de energía no mayor al 17 por ciento, recuperación de cartera a dos meses de antigüedad, recaudación de facturación mensual del 60 por ciento”, indicaba en el oficio, recomendando a la Junta General de Accionistas su aprobación. El plazo de cumplimiento de las metas es cinco años y la unidad dependería de la presidencia ejecutiva. Reacciones Lo que llevó a la protesta, no fue el planteamiento de crear la unidad sino que en ese informe Navarrete sugirió conformarla no sólo con personal de la empresa sino con “personal contratado sin relación de dependencia”, lo que equivale a aumentar los trabajadores en una institución que va rumbo a la quiebra, afirman los trabajadores. En efecto, una comunicación enviada el 8 de diciembre al presidente de la Junta de Accionistas, Waldemar Pacheco, señala que el Comité de Crisis, resultado de la intervención del Consejo Provincial ante la situación financiera de la empresa, y que designó a Navarrete como presidente ejecutivo, no ha cumplido con las expectativas. Tras hacer un análisis de la situación de la empresa, alertan que estaría por concretarse la estabilidad como trabajadores de la empresa de un grupo de personas que empezó a laborar mediante contrato de servicios profesionales y en labores administrativas en esta administración. La comunicación está firmada por Hugo García Cañarte, Óscar Loor Castillo, Luz García, Roberto Toala Jara, Marcelo Paredes Mera, Ricardo Paredes Mera, Hugo Vargas Cedeño, Gina Arcentales, Lincoln Jara, Wilton Zambrano, Eloy Muñoz, Ramón Briones y Gary León, quienes son superintendentes de áreas. Antecedentes para la propuesta Navarrete, indicaba en su propuesta que Emelmanabí mantiene un total aproximado de 203.000 consumidores catastrados, registra pérdidas de energía a septiembre del 2006 del 43 por ciento, una de las más altas a nivel nacional, y una cartera vencida de 128´829.022,15 dólares, con 110´493.329,32 dólares que corresponden a una morosidad de más de 360 días. Esto se refleja en los estados financieros; el ejercicio económico del 2005 arrojó un déficit de 34´034.735,51 dólares. Los profesionales reclamantes sostienen que sólo en el quinquenio 2002-2006 las pérdidas de energía se incrementaron del 30,5 por ciento al 41por ciento, producto de la falta de apoyo de las administraciones y por la mala práctica de la tercerización de la mayor parte de actividades comerciales. Agregan que es inaceptable la meta del 60 por ciento de recaudación de la facturación mensual porque ese es el porcentaje actual y mal podrían pensarse que en cinco años se sigan manejando esos índices de recaudación. Agregan que todos los índices técnicos, comerciales y financieros de Emelmanabí se han visto deteriorados en el 2006 con relación al 2005, a pesar de la intervención de la Superintendencia de Compañías, lo que atenta contra los grandes proyectos provinciales que se encuentran en marcha. HUELGA Hasta las 11h00 de ayer no había respuesta al pedido de los trabajadores de dar licencia o vacaciones forzosas a la jefa financiera Zaida Hormada, por lo que sigue la huelga. 80 personas cumplen cada turno. EXCESO DE PERSONAL Marcos Tacle, dirigente sindical, dijo que no es justo que Navarrete por dar paso a sus “negociados” contrate a profesionales y a tercerizadores, cubriendo lo que los 250 trabajadores eléctricos cumplían. TERCERIZADOS Desde agosto de este año trabajan con servicios prestados 26 profesionales e igual número de tercerizados en corte y reconexión, instalación de medidores, entrega de facturas de consumo eléctrico, etc., dijo Tacle.