El enviado de Estados Unidos, Chris Hill, dijo a los periodistas antes de unirse a los otros negociadores en la mesa hexagonal en una aislada residencia de huéspedes estatal de Pekín que esperaba estar en casa para Navidad. Pero Pekín dijo que las conversaciones, las primeras entre las dos Coreas, Estados Unidos, China, Japón y Rusia desde que Pyongyang protagonizó su primera prueba nuclear el 9 de octubre, serían duras. “Los asuntos a discutir y abordar en esta reunión son complejos y profundos, y algunas de las tareas soportadas por todas las partes son a la vez gloriosas y difíciles”, dijo el viceministro de Asuntos Exteriores de China, Wu Dawei, a los delegados, según la agencia de noticias Xinhua. Condena internacional La prueba nuclear del estado comunista provocó la condena internacional, incluida la de China, su vecino, aliado y proveedor de ayuda, y sanciones de la ONU. Pero la mayoría de los altos cargos y observadores creen que no es probable que las conversaciones de esta semana lleven a un compromiso rápido por parte de Corea del Norte, que ahora se autodenomina un estado nuclear. Wu manifestó que los seis equipos negociadores, que están acompañados por una multitud de intérpretes para traducir la misteriosa terminología de la diplomacia nuclear a cinco idiomas, discutirían “medidas específicas” para aplicar un comunicado conjunto de septiembre del 2005.