El bombero Ángel Moreira indicó que las charlas llegaron a los alumnos de escuelas urbanas y rurales, en quienes se creó conciencia del riesgo de utilizar explosivos como camaretas, fósforo blanco o diablillos, torpedos, que son vendidos en esta época, especialmente para poner en los monigotes de fin de año de manera que hagan bulla.
En los locales
Los bomberos dijeron que los niños ya saben lo peligroso que es jugar con explosivos, pero ahora toca a los padres seguir con esta campaña ya que de nada vale que sus hijos aprendan si en los hogares son los adultos quienes adquieren los explosivos.
La labor será reforzada con controles en los mercados y sitios donde vendan estos peligrosos artículos, con el apoyo de la Comisaría Nacional, Jefatura Política, Policía u otras entidades.
Así mismo indicaron que iniciarán los operativos en los mercados.