En ese lugar funcionan el Comando de la Policía y el GIR y el cuartel de los uniformados. Edmundo Moncayo, subjefe de tránsito, dijo que debido a que el lugar fue creado como un complejo de diversión y no de vivienda, resultaba pequeño para los más de 300 policías que ahí viven. Además, indicó que las baterías higiénicas y los baños comenzaron a colapsar, por lo que tuvieron que solicitar recursos para remodelar. Moncayo señaló que se están incrementando más dormitorios, baños y otros espacios, con la finalidad que los gendarmes cuenten con un lugar adecuado para el trabajo. Los recursos con los que se está trabajando son los que asignó la Dirección de Tránsito hace meses. La obra, que se inició el 11 de diciembre, estará terminada en 60 días laborables, según el contrato. Unidad de criminalística Otro de los cambios positivos en la institución es la creación de la unidad de criminalística, la cual comenzaría a trabajar en pocos días. Rommel Castro, jefe de la PTJ, comentó que la necesidad de esta dependencia lo obligó a realizar los trámites. Se prevé que en menos de un año esté en casa propia.