Según el diario “La República”, la empresa le pidió al gobierno de Tabaré Vázquez que retirase los 60 soldados que vigilaban las afueras de la planta por considerar que tal medida “dañaba su imagen internacional”. Los medios locales también informan que el gobierno dará a conocer el lunes la razón de su decisión y si se trata de una medida temporaria o definitiva. Los medios señalan que, en cambio, la Prefectura Nacional Naval seguirá patrullando la costa uruguaya frente a Fray Bentos y que la policía seguirá custodiando el interior de la planta. El envío de tropas a la planta de Botnia, ubicada sobre el río que separa Uruguay de Argentina, había generado un fuerte roce con el gobierno argentino, cuyo presidente, Néstor Kirchner, había considerado la medida como una “afrenta”. Un conflicto que no acaba Argentina lleva más de un año reclamando por la construcción de ésta y otra papelera de capitales españoles, porque sostiene que, dada su ubicación (en Fray Bentos), contaminarán el río que separa ambos países. Uruguay niega que así sea y señala que la construcción de las dos plantas representa la inversión más importante que ha recibido el país en su historia. Del lado argentino se han llevado a cabo numerosos cortes de rutas en los puentes internacionales que conducen a Uruguay. La hostilidad de los ambientalistas argentinos había sido una de las razones dadas por el gobierno uruguayo para enviar las tropas a Botnia. El conflicto por las papeleras ha llegado hasta la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que sigue deliberando sobre el tema. La otra papelera, la española Ence, decidió hace poco trasladar su planta a unos 150 kilómetros al sur de Fray Bentos, pero Botnia se mantiene firme en seguir donde está.