Con sus 55 años de edad, Loor, oriundo de Portoviejo ha estado en varios certámenes deportivos a nivel internacional, y no quiere perderse la Copa América. Señala que es un trotamundo y que su vida es el fútbol. Para lograr recaudar dinero, “el rey de las cascaritas” ofrece funciones de destrezas con el balón e incluso con objetos como bolas de billar y una piedra. Se presenta en inauguraciones de campeonatos deportivos, colegios y escuelas; asegura que no cobra mucho, para lo que hace, pues uno de sus números es levantar una piedra con sus pies y ponérsela en el hombro, ya que un movimiento en falso podría significarle romperse la cabeza. Loor manifestó que fue jugador profesional, pero una lesión lo alejó para siempre de las canchas deportivas y que ahora sobrevive de las acrobacias con la pelota.