Carrión Indicó que la decisión de Colombia de reanudar las fumigaciones perjudica las relaciones bilaterales, considerando a esta acción como una muestra de hostilidad. “Ecuador ha considerado la reanudación de las aspersiones como un acto inamistoso y hasta podría decirse hostil por parte de Colombia, frente a las muestras de solidaridad permanentes que ha tenido nuestro país, ante la situación que vive Colombia”. El canciller dio a conocer, que el Presidente de Colombia Álvaro Uribe mantuvo conversaciones con el Jefe de Estado ecuatoriano, Alfredo Palacio, a quien le expresó su preocupación por el incremento de plantaciones que se están producndo en la zona limítrofe. Sin embargo, Carrión expresó que “aquí lo que hay que tener presente es que el Gobierno Colombiano no ha hecho lo suficiente para tener una presencia efectiva y permanente en esta zona, donde existe crecimiento de cultivos ilegales.” Indicó que en la frontera ecuatoriana hay presencia de miembros de seguridad del Estado, policías y militares, evitando dichas plantaciones. El diplomático manifestó además, que el Ecuador acudió a la Organización de Naciones Unidas (ONU)para que realice las investigaciones sobre los efectos que produce la mezcla utilizada en las aspersiones. Manifestó que Palacio hizo un llamado al organismo para que realice los estudios pertinentes sobre los daños que produce la fumigación con glifosato en la población ecuatoriana que viven en la frontera con Colombia. Por su parte, la canciller colombiana María Consuelo Araujo sostuvo que las relaciones no se han roto y que siempre hay espacio para encontrar alternativas. Sin embargo, indicó que Colombia esta decidida a seguir con la erradicación de cultivos de coca de forma manual o aérea en la frontera con el Ecuador.