Ítalo Zamora, de 48 años, quedó discapacitado a causa de la poliomielitis. Trabaja lustrando zapatos en las afueras del centro comercial municipal. Se moviliza en una silla de ruedas que le obsequió un amigo, pero encuentra muchas barreras a su paso. El presidente de la Adispor, José Quinteros, considera que Portoviejo es una ciudad desordenada, que presenta muchas dificultades para el traslado de los discapacitados. “Se debe dar una solución urgente a este inconveniente, como se lo hizo con el retiro de torniquetes en los medios de transporte urbano el año pasado”, manifestó. Rampas no adecuadas Según Patricia Veintimilla, coordinadora del Consejo Nacional de Discapacidades Conadis, considera que las rampas de los lugares públicos no son adecuadas para que personas que utilizan sillas de ruedas, muletas y aparatos ortopédicos puedan movilizarse sin dificultad, lo que significa que no se le da cumplimiento al artículo 78, de la ley de la accesibilidad al medio físico y transporte de los discapacitados, que plantea que todo espacio público y privado de asistencia masiva, temporal o permanente, debe contemplar en su diseño espacios vehiculares y peatonales exclusivos para personas con discapacidad y movilidad. El proyecto de acondicionamiento de rampas desniveladas y portales ya está en ejecución. Al igual que se lo hizo con las rampas del Parque Central, también se lo hará con otros sectores públicos, declaró el director de Planificación Urbana, Luchino Iturralde.