Tras allanar el local, el personal del SRI  revisó cuidadosamente las facturas que Pedro Delgado, propietario del local, mostró.
Las facturas no convencieron a los fedatarios, una de las cuales dispuso a los uniformados que se llevaran varios objetos.
Esto mientras el propietario del local insistía en que esperaran a su contadora, quien tenía más documentos, prueba de lo que según él es una venta legal.

 permanentes.
Una de las fedatarios indicó que ayer el único taller allanado fue el Delgado, pero que los controles contra las cachinerías se extenderán.
"Tenemos una disposición  superior para erradicar con todas las cachinerías donde se venden objetos de dudosa procedencia", comentó la funcionaria, quien no quiso identificarse.
Ella comentó que desde ayer los controles se intensificarán con más fuerzas en la provincia de Manabí.
 REACCIÓN. Pedro Delgado dijo que en menos de 22 días es la segunda oportunidad que le allanan su taller.
El indicó que en las otras oportunidades la policía ha tenido que devolverle las piezas de carro una vez que él demuestra que corresponden a carros dañados que ha comprado con una carta de venta.
Delgado dijo que al parecer hay una dedicatoria a su negocio el cual ha pensando en cerrar, pues constantemente se lo afecta con ese tipo de medidas.
Indicó que desde 1995 tiene ese negocio y que le da trabajo a tres personas, pero que no le dejan alternativa.<