Lleva once años haciendo rehabilitación. Todo pasó la mañana del 16 de julio del 2000.
Luis Homero Menéndez Cedeño trabajaba como bartender en el bar Max. Un día antes del accidente trabajó hasta las 03h00.
Le gustaba bailar y antes de regresar a su casa en el barrio Fátima, se fue con dos amigos a  un baile.
Pero la farra y la "chupa" se extendió hasta el amanecer. Ya borrachos, decidieron ir al río a seguir tomando.

 se lesionó la
columna. Fue en ese momento cuando Homero se subió a un árbol y se lanzó al río.
La corriente del agua estaba arrastrando el cuerpo de Homero. Sus amigos pensaban que era una broma, pero al ver que ya no salía lo rescataron.
Homero cayó en una parte seca y se lesionó la cuarta y quinta cervical.
"No sentía mi cuerpo, pensé que solo era un golpe", relata.
Después de dos días de sufrir el accidente, Homero fue llevado hasta Guayaquil.
Dice que esa fue una etapa muy difícil en su vida. A mes y medio de estar internado, los médicos lo operaron, pero antes hubo que buscar cinco pintas de sangre AB+, algo que es difícil de encontrar. Aún se notan las cicatríces en su cuello de aquella cirugía.
Los médicos le dijeron que nunca volvería a caminar, Esto deprimió a Homero, perdió las ganas de vivir, no quería saber nada de nadie, ni de sus hijos.
Su recuperación fue lenta. Hubo complicaciones, le salieron escaras en la espalda y el muslo.
Le gustaba manejar carro, el baile era su hobby.
Homero lleva once años haciendo rehabilitación. Su pilar fundamental son Mercedes su hermana, Ilda y Homero sus padres, y sus hijos, de quienes reserva sus nombres y prefieres identificarlos como "Soldado" y Princesa".
Darío lo acompaña simepre a su segunda casa, así lo denomina alInfa. Dice que es como el hemano de padre y madre que nunca tuvo.
¿Dejar la rehabilitación?. Jamás, pues gracias a ella pudo recuperar la movilidad de sus brazos. lo que mas desea es volver a caminar <