Allí tiene un improvisado horno en el que prepara sus alimentos, detrás de un bidón hace sus necesidades biológicas. Todos los que la han visto concuerdan en que tiene problemas mentales, pero nadie hace nada por ayudarla.

Desde hace meses María vive en el hospital, ninguna persona se le puede acercar porque insulta y golpea. Por varias ocasiones trabajadores de la casa hospitalaria ha intentado desalojarla, pero los esfuerzos han resultado infructuosos, pues ella regresa.
Aunque no es la única persona que deambula por la ciudad,  su caso preocupa, especialmente a sus familiares.

 PIDEN AYUDA. La tarde del viernes el hermano de María,  Ramón Narciso Mendoza Toarez, acudió hasta las instalaciones de Ediasa para pedir, a través de estos medios, ayuda a las autoridades.
Él quiere que su hermana deje de deambular en las calles.
Para lograr este cometido ha pedido asistencia a diferentes instituciones. En el MIES le pidieron que la cedulara para poder realizar el trámite.
Con esa solicitud acudió hasta el Registro Civil de Portoviejo junto a su hermana, quien en esta ocasión no se portó agresiva, y con la paciencia y colaboración de los empleados del lugar pudo sacarle la cédula.
Mendoza indicó que su hermana padece de trastornos mentales desde hace 20 años, y durante ese tiempo su casa ha sido las calles.
Ahora solo le queda esperar a que las entidades gubernamentales de ayuda, como el MIES o el Infa, se hagan presentes y asistan a la mujer para que reciba atención en algún centro psiquiátrico, donde pueda recuperarse para vivir dignamente. <