El despachador que estaba de turno, Juan Enderica, informó que primero llegó un individuo a comprar combustible, a los pocos minutos lo hizo un segundo tipo, quien preguntó donde quedaba el baño, y en seguida arribaron otros dos delincuentes.
Cuando ya estuvieron reunidos los cuatro asaltantes, uno de los cuales portaba un arma de fuego, procedieron a dominar a Enderica, a su esposa y un hijo que lo acompañaban en sus labores.
Los asaltantes lo obligaron a entrar a la caseta de la estación de servicio y los amarraron con cinta de embalaje, añadió.

 otra vez. Enderica manifestó que los antisociales eran altos, de tez blanca, todos jóvenes y andaban bien vestidos, y con seguridad contaban con otro integrante de la banda, pues cuando se apoderaron del dinero, cuyo monto no pudo establecer, porque, dijo, que no lo había contado, uno de los tipos habló por celular y a los pocos instantes los llegó a recoger un vehículo.
La gasolinera es de Julio Hidalgo Zavala, y es la segunda vez que ha sufrido un asalto, expresó Enderica. <