Sí, son enemigos de Portoviejo y del balneario de Crucita todos aquellos funcionarios y autoridades que ni se “mosquean” cuando se les dice que no puede ser posible que, al cabo de tantos años, no se termine esa carretera que no tiene más de 30 kilómetros y que no costaría más que alguna otra vía de la región.

Los mal pensados creemos que al Prefecto no le interesa Crucita porque si está buena la vía a Manta el turista preferirá ese destino, a la Gobernadora tampoco le gusta hacer presión por esa parroquia porque, seguramente, le gustará otros balnearios; y menos aún “meten fuerza” los funcionarios del MTOP porque son dependientes de lo que decidan en Quito, o más cuidan que las vías que conducen a otros playas y que están buenas sean las que se utilicen.
Pero quien de verdad sorprende es el Alcalde de Portoviejo, quien desde hace rato debió pegar el grito al cielo o un “carajazo” que haga sacudir a los responsables de esa obra, que vistas como van las cosas tiene para rato de destrucción y sin que se avizore en estos días de vacaciones, por lo menos, una “mano de gato” que evite las iras de quienes por obligación o descanso deben llegar hasta Crucita.
Toda comparación es odiosa, pero el fin de semana hubo un festival para jóvenes en Puerto Cayo, y no menos de 15 mil personas llegaron hasta esa localidad desde Manta, Jipijapa, Guayaquil y Portoviejo; y por todos los accesos (incluidos los Bajos de Montecristi) son de primera calidad. Y nos es que ese balneario no lo merezca, pero Crucita también tiene enormes atractivos, pero tal parece que no gustan o no les interesa a nuestros representantes.
Ni Corpecuador (que a buena hora desapareció) ni la Secretaría de Gestión de Riesgos, ni el Ministerio de Obras Públicas le han puesto ganas a esa carretera; y peor aún la dirigencia de la parroquia que no ha sido contundente para el reclamo, y por ello lo que tienen es un “camino vecinal” que no ayudará en nada para el desarrollo turístico o para la inversión inmobiliaria en esa zona. Y eso es malo, porque la gente se irá a descansar o disfrutar a otros lugares o invertirá donde haya garantías lo que desdice de nuestros dirigentes y autoridades.
Que sea el Cuerpo de Ingenieros o perico de los palotes, pero ya, que comiencen los trabajos de esa carretera. Y que si antes tienen que sancionar a todos los contratistas y funcionarios incumplidos que no fueron capaces de terminarla, pues que lo hagan, pero de allí a “matar” toda la potencialidad de Crucita por el quemeimportismo de algunas gentes, hay una gran diferencia que tiene que ser “saldada” sólo con la práctica de trabajos que nos hagan otra vez creer en nuestras potencialidades y dirigencia.<