Triunfaron los que infatigablemente lucharon por los ideales de la patria en general. Ahora les toca saber administrar el triunfo. Ahora les corresponde a todas las directrices, hablando en términos militares, el disfrutamiento del éxito, lo que no es otra cosa que hacer realidad desde cualquier puesto de vanguardia los cambios que el pueblo requiere y la patria demanda. Todas las dirigencias, desde sus barricadas, tendrán que pensar, como piensa su líder máximo. Lograr para el verdadero pueblo una vida digna; y esto se logra a medida que los triunfadores sepan interpretar, con cabeza fría, sin favoritismo de ninguna índole, el deseo anhelante de una patria venida a menos por culpa de los de siempre, por los que a partir de la instauración de la democracia se adueñaron del país y se enriquecieron a espensa de la pobreza extrema de las mayorías ciudadanas; por los que se han tomado las instituciones para hacer de ellas sus propios fundos y administrar a su antojo el presupuesto. Cuidado, se inflitran en las filas dirigenciales de ALIANZA PAIS, los audaces, los que vienen buscando acomodo en las diversas tendencias ideológicas. Los que inicialmente nacieron en el PRE, se cambiaron al PSC, luego al SP, para después terminar en ALIANZA PAIS, todo de acuerdo a las circunstancias y a sus intereses particulares. Mucho ciudado por el bien del Econ. Correa, por el bien de las directrices que unidas lograron el triunfo. Uno de los motivos de la lucha cívica fue desterrar para siempre a los vivarachos políticos que abundan en nuestra provincia. Los cuadros administrativos deberán ser llenados con los ciudadanos más capaces e idóneos y de sus propias filas. Hay la imperiosa necesidad que los triunfadores sepan administrar la victoria; logrando, será saber interpretar la voluntad popular.