I el ejemplo palpable de esta coacción actualizada al ciudadano resulta el burdo, improcedente e ilegal accionar de ese ente llamado Dirección Nacional de Transito, organismo sin autoridad moral para imponer una sanción de la magnitud impuesta a la empresa Reina del Camino, en razón de la permanente complicidad que tiene en la irresponsabilidad y falta de control al transporte público, de la que se convirtió  solo en un ente recaudador por la concesión de frecuencias y nada más.
Esta vez se equivocaron los tímidos representantes de ese gremio afectado,  cuando creyeron que asumiendo un comportamiento de corderos (incompatible por cierto con su estirpe histórica)  iban a sensibilizar al verdadero gestor de la sanción, y lograr que esta se revea sin un costo degradante y electorero alguno. I es que frente a este tipo de sumisiones es donde se luce el Emperador; y por ahora ya hace alarde en sus mensajes que la abusiva e inconstitucional sanción es irreversible. Y hasta amenaza con la imposición de nuevas sanciones por quebrantamientos legales atribuibles a la empresa.
La protesta con  pañuelos blancos que hasta ahora se han dado en la ciudad del domicilio de la compañía de transportes, seriamente afectada por la suspensión decretada, como era de esperarse ha sido desestimada y ridiculizada por el verdadero dueño de la medida; y el miedoso anuncio de la interposición de una acción legal, ni se conoce ni se ve. Y es este reprochable temor público  lo que realmente ha mitigado, en gran medida, la generalizada indignación de la población.
Solo los medios de comunicación han transmitido el sentir de ira y furor ciudadano que,  incrédulo, observa que a esta región se la mira con otra óptica,  que al gobierno no le importa el efecto negativo de la medida que ocasiona a toda una población,  donde la compañía de transporte en cincuenta años de servicio se ganó el afecto de la provincia toda. Y las insatisfacciones generadas de la Revolución Ciudadana se van acumulando.
Por más que se de  lo que muchos también piensan, que todo es un amague; y que al igual que en el tema de la insurrección policial, donde ya Alexis Mera habla de indultos, lo de Reina del Camino tenga el mismo fin; y de enérgico se pase a lo magnánimo.  <