Una galería de sal espera la llegada de turistas en la mina de sal de Khewra, a unos 160 kilómetros de Islamabad. Es la segunda mina de sal más grande del mundo, sólo superada por la de Wielicza, en Polonia. Alrededor de 40.000 turistas visitan cada año la mezquita y el faro subterráneos, esculpidos con sal mineral.