Fueron en principio 196 establecimientos y luego de la primera eliminación quedaron sólo 96. La final fue a todo dar: en una primera instancia resultó un empate, pero luego los manabitas superaron ampliamente a los guayaquileños, en una nueva ronda de preguntas. Año de esfuerzo Magali Briones, la vicerrectora del colegio, quien acompañó y alentó a los estudiantes desde el primer momento, señala que esta fue una competencia estrictamente académica y que, si bien había colegios de gran renombre –de distintos lugares de la costa- se pudo ganar también merced a la cohesión del grupo. El primer alumno que concurrió lo hizo el 24 de mayo de este año, en matemáticas y trigonometría, y quedó entre los cinco primeros. “Cada semana iba uno”, recuerda Briones. Pero la competencia real comenzó cuando quedaron los 96 colegios, porque ya fue eliminación directa: el que perdía, ya no participaba. “Al comienzo fue difícil, pero logramos un buen trabajo en equipo y eso nos fortaleció”, recuerda Margarita Vélez, una de las integrantes más entusiastas. Ricardo Marín, el capitán del grupo, dice que tomó esto “con mucha responsabilidad; en ocasiones me tocó levantar al equipo desde la desesperación”. Y resalta que “todo se lo debemos al colegio”. En la etapa final sacaron 58 puntos al colegio Espíritu Santo, y ahí llegó la victoria. Por otra parte, hubo algo que podía tomarse desde dos puntos de vista, como algo ventajoso y, a la vez, negativo. La barra del Cristo Rey fue siempre fiel pero reducida, ya que debían viajar. Contra otros colegios, por ejemplo de Guayas, de unos 200 integrantes.