Aún bajo los efectos de la droga, Carmen contó que la mañana del martes ella y sus otros dos amigos viajaron hasta Pichincha por asuntos personales.
Indicaron que mientras estaban en el cementerio de ese cantón un hombre las perseguía con la excusa de que les enseñaría la tumba que ellas buscaban. Indicó que después de aquello, en horas de la tarde,  se embarcaron en un bus y que en el trayecto se sintieron adormecidos a tal punto que parecían estar ebrios. Tras retornar a Portoviejo fueron abandonados en la vía a Manta.  Dijo una de las afectadas que fueron auxiliadas por una patrulla de la policía que las trasladó al hospital donde comprobaron que había sido drogadas con la mencionada sustancia. Se les robaron dinero y los celulares.  <