El jefe del centro zonal-Chone de la Secretaría Nacional del Agua, Barón Hidrovo, aseveró que las conclusiones vertidas por la Defensoría del Pueblo de Manabí, sobre las consecuencias de la construcción de la represa Río Grande son apresuradas y no corresponden a la realidad.
Franklin Izurieta, quien firmó el informe luego de haber investigado el tema, afirma que Manabí perderá una de sus mayores zonas productivas.
"Nosotros vamos a seguir trabajando porque hay una decisión y un compromiso del presidente de la Repúbica de que la obra se haga. El criterio no es real", dijo Hidrovo.
Aseguró que las voces opuestas al proyecto pueden acudir al mismo ministerio de Medio Ambiente para que les certifiquen que Senagua cumplió con los requisitos.
Según Hidrovo toda obra tiene su efecto. "Hemos contratado a una persona para que haga los estudios. Hemos cumplido con todo lo que dice la ley. Siempre ha habido una socialización del proyecto", acotó el funcionario. <