Las denuncias del asambleísta Andrés Páez y el informe de Contraloría sobre los dineros que manejó la Asamblea Constituyente de Montecristi están desatando agria polémica.
El titular de la Asamblea Nacional, Fernando Cordero, se ha incomodado por ciertas afirmaciones que constan en el informe de Contraloría y la publicidad que ha recogido la prensa sobre el informe. En tono alto sostiene que se ha violado el debido proceso (El Comercio 2- 01- 2.011).
Alberto Acosta, ex presidente de la Asamblea Constituyente de Montecristi , aludido por el Presidente de la Asamblea Nacional, ha respondido que él no elude responsabilidades; que está bien que la prensa haya difundido el informe, que prefiere la transparencia al debido proceso (El Comercio 3- 01- 2.0011).
La transparencia no se opone al debido proceso. La transparencia es el soporte del debido proceso. Ambos procedimientos buscan la verdad, que se respeten los derechos humanos para que impere la justicia y la paz. Lo que acontece es que a veces se invoca al debido proceso para aplicar el recurso de la gaveta, para que la causa duerma y cuando se despierta por los reclamos que se hace por la prensa vienen las protestas.
El flamante ministro del interior (Gobierno) claramente ha dicho que la ciudadanía debe presentar denuncia para perseguir a los delincuentes. Pero la gente tiene temor por las represalias. Con frecuencia el hombre de la calle quiere poner sus reclamos a las altas autoridades, llámense presidentes de Corte, ministros o alcaldes, pero si no tienen padrinos de la nueva era eso es imposible. Por eso la transparencia se aleja del debido proceso.
Si los operadores de Justicia y todos los que manejan bienes públicos tuvieren presente lo que manda el art. 83, Nº 8, de la Constitución, en el cual se lee: “Administrar honradamente y con apego irrestricto a la ley el patrimonio público, y denunciar y combatir los actos de corrupción”; y los señores jueces de todo nivel: Corte Constitucional, Nacional o provinciales, y al mismo tiempo aplicaran el art. 426 de la Constitución que dispone que las juezas, jueces, autoridades... aplicarán las normas constitucionales aunque las partes no las invoquen, la transparencia y el debido proceso marcharían juntos y defenderían la justicia. <