El día jueves 30 por esas extrañas cosas de la vida, me encontraba en Quito, lista a socializar la investigación sobre la valoración antropológica, histórica y social del sombrero fino de paja toquilla, realizada por encargo del Instituto de Patrimonio Cultural, Regional 4.
Los acontecimientos se dieron de una forma tan rápida, que considero que a la gran mayoría de ciudadanos nos ha sorprendido. Desde luego, las primeras sensaciones ante la información que los medios de comunicación entregaban minuto a minuto fue de inseguridad, de miedo y de frustración ante el hecho de que la policía estaba amotinada, que la FAE se había tomado los aeropuertos; que el presidente fue vejado y después internado, por dolencias en su rodilla, en el Hospital de la Policía; más tarde que estaba retenido y conforme pasaron las horas secuestrado, por quienes son los llamados a garantizar la paz pública.
Qué es lo que llevó a tomar estas decisiones erradas; qué motivó al señor Presidente querer convencer a un grupo de personas inconformes por la aprobación del Proyecto de Ley Orgánica de Servicio Público, un grupo que había desoído a los superiores, que ya no escuchaba razones. Pero más allá de estas interrogantes, las que últimamente me asaltan es ¿qué pasa con la Asamblea?,¿quién o quiénes deciden en última instancia las reformas a las leyes o las nuevas leyes? Tenían 30 días para analizar el veto presidencial ¿por qué no lo hicieron?, ¿rige acaso la imposición? O simplemente no hay capacidad para legislar.
Grave situación la que hemos vivido, se ha subvertido el orden público, se ha irrespetado los principios señalados en la Constitución, se ha vejado a la primera autoridad del país, se conculcó el derecho a la comunicación al permitir un solo canal de información. Ha primado la violencia a la cordura, a la razón.
Es lamentable observar que las viejas prácticas siguen como rémoras, aferradas a nuestros días. Aquí no hay ganadores o perdedores, lo único y lo más doloroso es que se ha perdido el respeto a la democracia, a la ley, al orden, a la propiedad pública y privada, a la vida, a la paz, a la tranquilidad ciudadana.
Hoy lunes 4, entran en vigencia las leyes cuyo veto fue entregado para su análisis el 3 de septiembre a la Asamblea: la Ley de Educación Superior, la de Servicio Público y el Código de Ordenamiento Territorial. Sin embargo, ahora sí, los honorables hablan de modificaciones, para evitar más confrontaciones. ¡Qué bien se legisla en el país!